Yo soy como el fracaso total del mundo, ¡oh, Pueblos! El canto frente a frente al mismo Satanás, dialoga con la ciencia tremenda de los muertos, y mi dolor chorrea de sangre la ciudad. Aún mis días son restos de enormes muebles viejos, anoche «Dios» llevaba entre mundos que van así, mi niña, solos, y tú dices: «te quiero» cuando hablas con «tu» Pablo, sin oírle jamás. El hombre y la mujer tienen olor a tumba, El cuerpo se me cae sobre la tierra bruta Lo mismo que el ataúd rojo del infeliz. Enemigo total, aúllo por los barrios, un espanto más bárbaro, más bárbaro, más bárbaro que el hipo de cien perros botados a morir.